¿ cuáles son los factores que destruyen al ser humano?

La Política sin principios, el Placer sin compromiso, la Riqueza sin trabajo, la Sabiduría sin carácter, los Negocios sin moral, la Ciencia sin humanidad y la Oración sin caridad.

La vida me ha enseñado que la gente es amable, si yo soy amable; que las personas están tristes, si estoy triste; que todos me quieren, si yo los quiero; que todos son malos, si yo los odio; que hay caras sonrientes, si les sonrío; que hay caras amargas, si estoy amargado; que el mundo está feliz, si yo soy feliz; que la gente se enoja, si yo estoy enojado; que las personas son agradecidas, si yo soy agradecido.

Si sonrío, el espejo me devuelve la sonrisa. La actitud que tome frente a la vida, es la misma que la vida tomará ante m

La vida es como un espejo:

“El que quiera ser amado, que ame” (M. Gandhi)

2 oct 2011

Para poner en práctica...


No te sientas ofendido. Lo que ofende sólo te debilita. Sentirse ofendido crea la misma energía destructiva que te ofendió y que lleva al ataque, al contraataque y a la guerra.

Libérate de la necesidad de ganar. Tú no eres tus victorias. No hay divisiones, no hay perdedores ni ganadores. En la vida surgirán más victorias a medida que dejes de ir tras ellas.

Libérate de la necesidad de tener razón. No empujes a hacer que los demás se equivoquen.

Libérate de la necesidad de ser superior. La verdadera nobleza no tiene nada que ver con ser mejor que los demás. Se trata de ser mejor de lo que eras antes. Todos tenemos la misión de cumplir la esencia para la que estamos destinados, y tenemos cuanto necesitamos para cumplir ese destino.

Libérate de la necesidad de tener más. Te verás luchando continuamente y eliminarás la posibilidad de alcanzar la la meta, pero en realidad ya la has alcanzado, y es asunto tuyo decidir cómo utilizar el momento presente de tu vida. Cuando dejas de necesitar más, te llega más de lo que deseas.
 
Libérate de la necesidad de identificarte con tus logros. Agradece las capacidades que te han sido concedidas, la motivación para lograr cosas y las cosas que has acumulado, pero atribúyele todo el mérito a la fuerza de la intención que te dio la existencia y de la que formas parte materializada. Cuando te apegas a esos logros y crees que lo estás consiguiendo tú solo es cuando abandonas la paz y la gratitud de tu Fuente.

Libérate de tu fama. La fama que tienes no está localizada en ti, sino en la mente de los demás y, por consiguiente, no ejerces ningún control sobre ella. Escucha los dictados de tu corazón y actúa basándote en lo que tu voz interior te dice que es tu meta aquí. 

Mantén tu propósito, deslígate de los resultados y acepta la responsabilidad de lo que reside en ti. Deja que otros discutan sobre tu fama; no tiene nada que ver contigo.

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