¿ cuáles son los factores que destruyen al ser humano?

La Política sin principios, el Placer sin compromiso, la Riqueza sin trabajo, la Sabiduría sin carácter, los Negocios sin moral, la Ciencia sin humanidad y la Oración sin caridad.

La vida me ha enseñado que la gente es amable, si yo soy amable; que las personas están tristes, si estoy triste; que todos me quieren, si yo los quiero; que todos son malos, si yo los odio; que hay caras sonrientes, si les sonrío; que hay caras amargas, si estoy amargado; que el mundo está feliz, si yo soy feliz; que la gente se enoja, si yo estoy enojado; que las personas son agradecidas, si yo soy agradecido.

Si sonrío, el espejo me devuelve la sonrisa. La actitud que tome frente a la vida, es la misma que la vida tomará ante m

La vida es como un espejo:

“El que quiera ser amado, que ame” (M. Gandhi)

8 oct 2011

El poder de las palabras


Si todas nuestras palabras son amables, los ecos que escucharemos también lo serán.

¡La manera en que nos comportamos con los demás demuestra cuánto creemos en Dios!

* Una palabra irresponsable: puede encender discordias.
* Una palabra cruel: puede arruinar una vida.
* Una palabra de resentimiento: puede causar odio.
* Una palabra brutal: puede herir o matar.
* Una palabra amable: puede suavizar las cosas.
* Una palabra alegre: puede iluminar el día.
* Una palabra oportuna: puede aliviar la carga.
* Una palabra de amor: puede curar y dar felicidad.

¡Las palabras son cosas vivas! ¡Bendicen o maldicen, Alientan o abaten, Salvan o condenan.


Somos parte de una trama energética, lo que hacemos incide en la configuración del medio que nos rodea. Las vibraciones que emitimos van moldeando nuestra realidad.
Por esto es tan importante bendecir, que no es otra cosa que “hablar bien”.

Cada palabra tiene una vibración específica y va a asociada a un sentimiento y pensamientos determinados. Al final son distintas formas de manifestación de energía, pero es esa energía creadora la que le da forma a nuestro mundo.

Somos responsables de lo que decimos. Bien nos haría tener presente el poder de estas sutiles herramientas de construcción. Las palabras no son la realidad, pero le dan forma.

La próxima vez que abramos la boca para decir algo, procuremos recordar que aquel inofensivo conjunto de letras puede hacernos vivir un sueño o cavar nuestra tumba.



Extraido de: http://reflexionesdiarias.wordpress.com/2011/09/28/el-poder-de-tus-palabras/

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