¿ cuáles son los factores que destruyen al ser humano?

La Política sin principios, el Placer sin compromiso, la Riqueza sin trabajo, la Sabiduría sin carácter, los Negocios sin moral, la Ciencia sin humanidad y la Oración sin caridad.

La vida me ha enseñado que la gente es amable, si yo soy amable; que las personas están tristes, si estoy triste; que todos me quieren, si yo los quiero; que todos son malos, si yo los odio; que hay caras sonrientes, si les sonrío; que hay caras amargas, si estoy amargado; que el mundo está feliz, si yo soy feliz; que la gente se enoja, si yo estoy enojado; que las personas son agradecidas, si yo soy agradecido.

Si sonrío, el espejo me devuelve la sonrisa. La actitud que tome frente a la vida, es la misma que la vida tomará ante m

La vida es como un espejo:

“El que quiera ser amado, que ame” (M. Gandhi)

21 jun 2012

...ser

“Si en algo tenemos que empeñarnos en esta vida es en querer conocernos, en saber quiénes somos para profundizar luego en lo que podemos ofrecer. Este proceso de descubrimiento del Ser y de desarrollo del Talento no sólo nos colmará de preciosos momentos, sino que también contribuirá a que hagamos del mundo un lugar más bello” Concha Barbero Podemos tenerlo todo pero no sentirnos llenos ¿Por qué? Concha Barbero, autora de “El don de vivir como uno quiere” y otras obras, reflexiona sobre la clave para dar sentido a la vida independientemente de los factores externos. Tener una familia que te quiere, te aporta estabilidad, alguien con quien compartir la vida, equilibrio; tener hijos, una de las experiencias más intensas y un vínculo de amor indestructible; un buen trabajo, seguridad; tener amigos, sentirte acompañado y comprendido… Pero hay algo que depende exclusivamente de nosotros y que, precisamente por eso, porque es de nuestra responsabilidad, puede ser un camino seguro de (no “hacia la”, sino “de”) felicidad. Me refiero a la posibilidad que todos tenemos de crear, de desarrollar nuestro don personal, ese que hace que el tiempo pase apenas sin darnos cuenta y que, cuanto más lo trabajamos, más satisfacciones nos proporciona. Hemos nacido con una gran fuente de creatividad y, si permitimos que el agua fluya, el caudal aumentará incesantemente; si retenemos esa agua, tomará mal olor, perderá su transparencia y no cumplirá su función: purificar el alma, hidratar el cuerpo, refrescar la vida. Si no damos curso a ese canal de creación, nuestra energía quedará estancada y, entonces, sentiremos insatisfacción, tedio, intranquilidad… Nos preguntaremos qué es lo que nos sucede para no ser felices, a pesar de tener cubiertas nuestras necesidades afectivas, profesionales y relacionales. Por otra parte, cuando no se den esas circunstancias, cuando las cosas “se tuerzan”, nos sentiremos aún más desdichados y buscaremos fuera de nosotros a los culpables de ese desasosiego: nuestros padres que no supieron educarnos, nuestra pareja, que no nos comprende ni nos apoya, nuestro jefe, que no nos valora, nuestros amigos, que nos dejan en la estacada, los políticos, los banqueros, los medios de comunicación, etc. Buscaremos en todos ellos las excusas para continuar obstaculizando la iniciativa, suponiendo que todo lo que no nos gusta de nuestra propia vida puede solucionarse sin nuestra intervención. Con ese vaivén de emociones, con esos altibajos en nuestro estado de ánimo, viviremos mejor o peor, dependiendo del grado de madurez para gestionar las alegrías, las penas y las frustraciones. Hasta que… en algún momento, probablemente crítico, recibimos un chasquido de luz que nos hace mirar dentro de nosotros y nos revela que somos grandes, que poseemos dentro todo tipo de soluciones. Desde esa percepción, la del poder interior, hasta el desarrollo de la creatividad hay un precioso recorrido, en el que vamos aprendiendo día a día de nosotros mismos: ganando en confianza, perdiendo prejuicios, reconociendo nuestra luminosidad. Porque, si en algo tenemos que empeñarnos en esta vida es en querer conocernos, en saber quiénes somos para profundizar luego en lo que podemos ofrecer. Este proceso de descubrimiento del Ser y de desarrollo del Talento no sólo nos colmará de preciosos momentos, sino que también contribuirá a que hagamos del mundo un lugar más bello. Así, tener una familia, pareja, hijos, amigos y trabajo serán regalos a una vida, que, de por sí, ya estará plena de sentido. Valoraremos la suerte de habernos encontrado con las personas que se han cruzado en nuestra trayectoria, pero seremos capaces de relacionarnos con ellas sin apegos, libremente, sin exigirlas que nos hagan felices; todo lo contrario, les haremos participar del íntimo secreto descubierto: la capacidad de crear, convertida, a la vez, en nuestro más preciado tesoro. Concha Barbero - Fuente: El Blog Alternativo

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